Cansados y emocionados. Así se veían los investigadores detrás de cada uno de los tres respiradores mecánicos el pasado 11 y 12 de junio, cuando se llegó el momento de presentarle, a 150 médicos y profesionales de la salud, el resultado de un trabajo que les ha llevado todos los días -y muchas noches- de los últimos tres meses.
“Estas investigaciones suelen tardar dos o tres años, pero en este caso fue una experiencia emocionante, muy estresante también. porque fueron días muy extensos, días y noches a veces continuos pero con un equipo de trabajo muy motivado porque en este caso, a diferencia de un proyecto común, el impacto social que estos ventiladores va a tener es gigante e inmediato, entonces es un proyecto con un impacto soñado”, cuenta Mauricio Hernández, investigador líder del Grupo de Investigación en Bioinstrumentación e Ingeniería Clínica -GIBIC- de la Universidad de Antioquia.










